Deportes

Educación Física, asignatura pendiente

«¡Contamos Contigo!» era el pegadizo lema de la campaña destinada a promover la práctica del deporte en la España de finales de los años sesenta. Dirigida por un joven Juan Antonio Samaranch, su objetivo era despertar la conciencia deportiva de la población. Pero el programa se enfrentaba a una tarea inmensa ya que existía una gran escasez de medios materiales y humanos para llevarlo a la práctica.

La Constitución de 1978 encarga a los poderes públicos fomentar la educación sanitaria, la educación física y el deporte y atribuye la promoción de éste a las Comunidades Autónomas. Se crea la licenciatura de Educación Física y la asignatura se incluye en el sistema educativo: Colegios, Institutos y Universidades (Ley General de la Cultura Física y del Deporte 1980 y Ley 10/19990, de 15 de octubre). Ciudades y pueblos dan prioridad en sus presupuestos a la construcción de infraestructuras que posibilitan la práctica de una gran variedad de disciplinas deportivas.

Desde aquellos años hasta hoy la mejora de España en el ámbito deportivo es indudable. Basta con echar un vistazo a los éxitos de nuestros deportistas en competiciones internacionales: fútbol, tenis, motociclismo, fórmula 1, baloncesto, balonmano, golf, etc. Cada logro nos llena de alegría, el himno español suena fuera de nuestras fronteras y los nombres de nuestros deportistas se conocen en los lugares más recónditos del planeta. Además, España sigue comprometida con el espíritu olímpico, este verano, en Londres, animaremos a nuestros atletas para que consigan subir al podio y celebraremos el vigésimo aniversario de Barcelona 92 con la ilusión de volver a ser sede olímpica en Madrid 2020.

Los esfuerzos realizados en fomentar el deporte de competición deben continuar al tiempo que se promueve y facilita la práctica del deporte en general. La comunidad científica reconoce unánimemente los beneficios que la actividad deportiva aporta a la salud, a la educación y a la formación integral de las personas, especialmente durante la niñez y adolescencia. Por ello, es necesario que se le reserve un espacio fundamental en el proceso educativo de niños y jóvenes. Los años escolares son cruciales para la creación de estilos de vida activa y saludables.

Hoy en día, la sociedad española se enfrenta a un importante aumento del sedentarismo y de la obesidad que afecta especialmente a los más jóvenes y conlleva graves problemas sanitarios y educativos (Consejo Superior de Deportes www.csd.gob.es/). El gasto de energía en las edades infantiles ha disminuido: una mayoría de los escolares no acuden a sus centros andando; el juego con movimiento, tan habitual y prolongado en épocas menos desarrolladas, se ha reducido al mínimo, incluso durante los recreos, y especialmente, entre los alumnos de Secundaria (más acusado aún en el sexo femenino); muchas de las actividades extraescolares no conllevan gasto de calorías; y, en definitiva, se sigue priorizando el modelo clásico: escuela-casa-deberes-escuela. A esto hay que sumar el tiempo que los niños españoles pasan diariamente viendo la televisión: dos horas y media; y el tiempo que dedican a jugar con videojuegos o conectados a Internet, una media hora adicional.

La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO www.seedo.es ) alerta de la tendencia al alza de la obesidad infantil: 44,5% de los niños españoles padece exceso de peso; esta patología no se ha sabido frenar ni revertir en los últimos quince años. España se sitúa a la cabeza de Europa en obesidad infantil, sólo superada por Italia y Chipre (datos de la última investigación europea en este campo: el estudio IDEFICS). La obesidad se inicia cada vez más frecuentemente en la infancia. La prevalencia de la obesidad entre los 2 y los 24 años se estima en un 13,9%. Así por encima de valores de sobrepeso encontraríamos al 26,3% de la población infantil y juvenil. (Datos Fundación Thao)

Los especialistas en salud y medicina preventiva insisten en la necesidad de unir a una dieta sana la práctica del deporte de manera habitual y eso desde los primeros años de vida. Para ello, los profesionales de Educación Física coinciden en afirmar que esta materia ha de disponer de un espacio en la rutina diaria de los escolares. Porque el deporte no solo es bueno para la salud física sino también para la salud mental del alumno: aporta mayor confianza en sí mismo, mejora la manera de relacionarse con los demás, ayuda a eliminar tensiones, enseña a tener y asumir responsabilidades valorando el esfuerzo propio y ajeno, y prepara psicológicamente para rechazar conductas de riesgo o autodestructivas en la edad adulta.

La recurrente excusa de  falta de tiempo para dedicar al deporte en los colegios e institutos no implica que España ocupe un importante lugar en otras materias cuando se compara con otros países en los foros internacionales. Así se recoge en los distintos informes Pisa (www.pisa.oecd.org ) donde ocupamos el puesto 18 en Lectura (año 2000); puesto 23 en Matemáticas (año 2003); y puesto 23 en Ciencias (año 2006); puesto 26 en Lectura (año 2009) ¿Y si pensáramos que el deporte ayuda a mejorar el rendimiento en lugar de quitar tiempo?…

Existe un importante debate entorno a cómo reorganizar horario y calendario escolares. El objetivo de las instituciones educativas no puede limitarse a la mera enseñanza de contenidos sino que debe ir más allá consiguiendo el desarrollo integral del alumno. El deporte es sin duda una de las disciplinas más efectivas para cumplir este gran reto.

«Lo más importante del deporte no es ganar sino participar, porque lo esencial en la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo».

                                                       Pierre de Coubertin (1863) Pedagogo francés, renovador de los Juegos Olímpicos

Rosa Zeda

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